La navegación de Helsinki a Estocolmo es una experiencia extraordinaria e impresionante.
Una vez abandonado el mar abierto, la travesía continúa
entre un sinnúmero de islas, islotes y peñascos rumbo a Estocolmo.
entre un sinnúmero de islas, islotes y peñascos rumbo a Estocolmo.
Vista desde el camarote |
Como si de una
autopista marítima se tratara, un barco tras otro, se adentran en un laberinto de ensueño, fantástico
y espectacular, donde la naturaleza ofrece un panorama idílico, apacible y
sumamente deleitoso.
El avance del buque es lento y parsimonioso acorde al
entorno, como no queriendo quebrar la armonía
y la serenidad que envuelve el espectacular paisaje, pero en realidad lo
requiere el angosto pasaje, en el que en algunos tramos impresiona la cercanía
de la orilla.
La singladura por ese escenario bucólico se prolonga casi
cinco horas.
Cinco horas extasiados ante la belleza que destila los
bosques de frondosos árboles, las casitas
multicolores diseminadas e inmersas en la vegetación, y otras veces, encaramadas sobre las rocas asomándose al mar.
Vistosas orillas reverberadas en un mar reposado que duplica el atractivo y el
encanto de un paisaje fascinante.
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