La ciudad
croata de Dubrovnik es una de las ciudades medievales más bellas de Europa.
Situada en
el cono sur de la República de Croacia, en la costa del Adriático, en una
estratégica y privilegiada situación geográfica que marcó desde un principio la vida y la economía de la
ciudad.
En el siglo
IX aparecen las primeras referencias que apuntan a que Dubrovnik vivía del y
para el mar, basando su economía en el comercio marítimo, sus buques, con la
bandera blanca de San Blas, surcaban mares lejanos por las principales rutas
navales y comerciales del mundo.
Dubrovnik
fue durante siglos una República independiente, su máxima fundamental para la
centenaria pervivencia fue la palabra: LIBERTAD. Mantuvo su libertad a base de
pagar tributos a las entonces potencias circundantes, y manteniéndose neutral
frente a los conflictos internacionales. Su
defensa se basó en unas diligentes y eficientes habilidades diplomáticas.
La libertad
fue algo sagrado para Dubrovnik y queda plasmado en varios edificios, en la
Fortaleza de San Lorenzo está escrito: “Nom
bene pro toto libertas venditur auro” - la libertad no se vende por todo el oro del
mundo-; sobre la puerta de la sala del Consejo Mayor en el Palacio del
Príncipe, puede leerse: “Obliti
privatorum publica curate” - Olvídense
de sus asuntos privados y dedíquense a los públicos-.
Puerta de Pile |
En el año
1272 se aprobó el Estatuto de la ciudad, en él se regulaba la construcción de
las murallas, auténticas guardianas de la resistencia y la libertad de Dubrovnik.
Se trata de un magnífico e imponente sistema de fortificación construido entre
los siglos XIII y XVII. La muralla, con un perímetro de 1940 m, y unos muros de
3 a 6 m de grosor, está reforzada por impresionantes fortalezas, torres,
troneras y bastiones, erigidos en los puntos más relevantes y estratégicamente
más susceptibles y vulnerables.
A la ciudad
fortificada de Dubrovnik se accede por cuatro puertas, dos terrestres: al este
la Puerta de Ploce y al oeste la Puerta de Pile por la que se accede a
la calle principal Placa, centro
vital de Dubrovnik , y dos marítimas
encaradas al puerto de la ciudad.
Fortaleza de San Lorenzo (Lovrjenac) |
Fortaleza Revelin |
El recorrido
por la muralla Dubrovnik regala espectaculares vistas de la ciudad, a la par que nos deleita con extraordinarias
maravillas como la soberbia Fortaleza de
San Lorenzo construida sobre un peñasco rocoso, mencionada por primera vez
allá por el año 1300.
Fortaleza del Revelín |
Torre Circular de Minceta |
La poderosa Fortaleza
Revelin defensora de la puerta Ploce y el puerto. La Fortaleza de San Juan construida como defensa principal del puerto
y el Arsenal, donde se construían y reparaban los barcos de la flota comercial
de Dubrovnik.
Tejados de Dubrovnik |
La Fortaleza Bokar,
torreón semicircular con una bella corona de piedra que defendía la entrada a
la ciudad, el puente y el foso de la Puerta de Pile.
La monumental Torre Circular de Minceta, la fortaleza
más primorosa y elegante, desde la que se tiene una excelente panorámica de la
ciudad y sus emblemáticos tejados, reconstruidos tras la Guerra Patria de 1991
-1992.
Fuente de Onofrio |
Bajando de
la muralla por la puerta de Pile, encontramos la Gran Fuente de Onofrio, obra del arquitecto napolitano Onofrio,
arquitecto que proyectó el sistema de conducción de agua a la ciudad en 1436.
La fuente tiene una función decorativa además de práctica. Se trata de un
estanque poligonal de dieciséis caras desde la que se alza la construcción
central, también de dieciséis caras, decoradas las aristas con dieciséis
columnas. En el centro de cada cara, mascarones esculpidos en relieve vierten
el agua.
Iglesia de San Salvador |
Frente a la
Fuente de Onofrio se encuentra la Iglesia
de San Salvador construida tras el terremoto de 1520 en señal de
agradecimiento de la ciudad. Permaneció sin daños tras el gran terremoto de
1667.
Campanario de la Ciudad |
Avanzando
por la calle Placa llegamos al Arco de la Puerta de la Aduana, junto al él se
encuentra el Campanario de la Ciudad
con su reloj construido en 1444, donde podemos ver a los “Zelenci” (hombres
verdes) que con sus martillos marcaban
las horas en la campana.
Palacio Sponza |
Palacio del Príncipe |
El Palacio del Príncipe fue el edificio público más
importante de Dubrovnik, antigua sede el gobierno y los poderes de la República
de Dubrovnik.
Columna e Roldán, al fondo Iglesia de San Blas |
La Iglesia de San Blás, patrón de Dubrovnik, es de estilo barroco veneciano con una fastuosa fachada y una amplia escalinata.
La Columna de Roldán con la figura del del
guerrero medieval, símbolo de la independencia y libertad de Dubrovnik. El
legendario caballero Roldán sirviendo a la órdenes de Carlomagno pereció en el 778, a su regreso a España en el paso de los Pirineos, en Roncesvalles. En el
pedestal de la columna de Roldán todavía es visible hoy día, la unidad de
medida “lakat” (medida de la uña del dedo meñique al codo) equivalente a 51,2
cm que se utilizaba en Dubrovnik en tiempos de la República, todo ciudadano
podía comprar telas o lienzos en los comercios y comprobar en la Columna de
Roldán la exactitud de las medidas.
Melko
Cingrija, ciudadano de Dubrovnik escribió sobre su ciudad:
“Palmo de tierra rodeada de las más
bellas fortalezas medievales, desafiada por mares y vientos, pedazo de tierra
donde la belleza natural se entremezcla con las huellas de antiguas
civilizaciones, como el suave clima lo hace con la serenidad de las culturas
ancestrales, donde tras cada piedra habla la tradición y cada rincón ofrece su
encanto”.
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