Veliko-Tarnovo,
se encuentra a unos 240 km de Sofía, está situada a los pies de los Balcanes, la
ciudad se extiende de forma caprichosa en torno a varias colinas, cubriendo las
abruptas laderas que descienden hasta el río Yantra.
Se
trata de una de las ciudades más antiguas de Bulgaria, su historia se remonta a
más de cinco mil años, según los estudios arqueológicos.
Su época de esplendor se relaciona con el Segundo Reinado Búlgaro
1185-1393, cuando fue proclamada capital del estado, tras el final del dominio
bizantino.
Durante
este periodo la ciudad cobra el aspecto medieval que conserva hoy día, se construyen
suntuosos palacios, iglesias y monasterios, fortificaciones y sedes representativas,
que convierten a Veliko-Tarnovo en el mayor centro político, religioso y
cultural de toda Bulgaria.
La
grandeza del estado medieval búlgaro se compila en la Fortaleza Tsarevets, situada sobre la colina del mismo nombre. El río
Yantra acordona la Fortaleza por tres de sus lados, además una poderosa muralla
rodea todo el perímetro de la fortificación con un puente levadizo y tres
puertas.
En
la parte central de la fortaleza se encuentran las sedes del poder espiritual y
el temporal: En la cima se sitúa la
Iglesia Patriarcal, restaurada en 1981. Debajo de la iglesia está el Complejo Palaciego, las excavaciones
muestran las bases de más de 400 edificios residenciales, templos y conventos
rodeados por una muralla interna.
En
el s. XIV el Estado Búlgaro es invadido por los turcos, las iglesias y palacios
son saqueados y la nobleza masacrada.
Durante
el dominio turco el espíritu de Veliko-Tarnovo persiste y renace en el periodo
del Renacimiento Nacional. Así en los s. XVIII-XIX Veliko-Tarnovo fue el centro
del Primer Distrito Revolucionario durante el Levantamiento de Abril de 1876,
sus habitantes se sumaron a la lucha por una iglesia y un Estado nacionales,
participando en diferentes levantamientos y rebeliones.
En
abril de 1877 la ciudad fue liberada y en ella se colocan los cimientos del
Estado búlgaro restablecido. En 1879, en el edificio que fue sede el poder
turco, se reúne la Asamblea Constituyente que aprueba la Constitución de
Tarnovo, una de las más democráticas de toda la Europa de entonces.
La
calle comercial Samovodska, es la
calle del despertar nacional, en ella se encuentran los talleres de los oficios
que funcionaban en aquella época.
Una
conmemoración especial de la trágica historia de Bulgaria se evoca en Veliko-Tarnovo,
en la colina de Tsarevests.
Impresionante
es el espectáculo de luz y sonido en
el cual sobre el fondo de música dramática y tañido de campanas la oscura colina de Tsarevests se baña de luces y
colores. Toda la colina se ilumina y se recrea ante el público la gloriosa y
trágica historia del imperio búlgaro medieval.
Veliko-Tarnovo,
sigue siendo un símbolo para los búlgaros, ya que en ella se atesora y conserva
el recuerdo de su grandioso pasado y del noble espíritu búlgaro.
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