"Viaja a donde la ilusión te lleve"

COMBARRO - Pontevedra











A 7 km de Pontevedra se encuentra uno de los rincones más originales y sorprendentes de Galicia,  un excepcional museo a la orilla del mar, formado por una treintena de hórreos alineados  en torno a la playa, dibujando la inconfundible y distintiva estampa de Combarro.























   Esta característica emblemática, junto al pintoresco casco antiguo, ha merecido la notoria distinción de ser declarado Conjunto Histórico Artístico.















   Este pequeño pueblo marinero se asienta sobre la roca granítica, la configuración del casco se estructura y adapta a la morfología de la roca dando lugar a un entorno maravilloso de auténtico encanto.










En Combarro la piedra adquiere una belleza sobria y delicada, que se impone como elemento esencial y primario en la edificación de todo el conjunto, se aprecia en las casas marineras, embellecidas con austeras balconadas de piedra, en los típicos hórreos, en las tortuosas calles, en los cruceiros, en definitiva en todos los elementos ornamentales que embellecen a esta sorprendente parroquia pontevedresa. 





















 Combarro es un maravilloso rincón que cautiva y fascina, un pequeño paraíso de calles estrechas, que se asoma al mar por escondidos vericuetos entre los recios hórreos que delimitan la playa. 






ABADÍA CISTERCIENSE DE SANTA MARÍA DEL SALVADOR DE CAÑAS - La Rioja


   Muy cerquita del conjunto monumental de los monasterios de Suso y Yuso, se encuentra la villa de Cañas, cuna de Santo Domingo de Silos.
Abadía Cisterciense de Sta. María del Salvador - Cañas





   En Cañas se halla la magnífica abadía cisterciense de Santa María del Salvador. 















   Esta abadía cisterciense fue una de las primeras fundadas en España, y la primera fundación de la Orden del Cister en la Rioja, siendo uno de los institutos religiosos femeninos, más antiguos de la Cristiandad, la comunidad de religiosas de clausura habita esta comunidad desde su fundación en 1170.
Abadía















Claustro





Claustro

   La construcción del monasterio se prolongó durante siglos. De la etapa románica, siglo XII, sólo quedan algunos restos. La parte arquitectónica más antigua que se conserva, corresponde al primer tercio del siglo XIII y fue mandada construir por la abadesa doña Urraca, hija de los fundadores del monasterio, a esta etapa corresponde la cabecera y el crucero de  la iglesia y otras dependencias secundarias. En el siglo XVI se reanudan las obras de la iglesia  y se construye el magnífico retablo mayor, a esta etapa corresponde el claustro y algunas dependencias conventuales.














Claustro





   De todo el conjunto monacal, fascina la sorprendente luminosidad de la iglesia, ratificando el sobrenombre por el que se conoce a esta abadía: “El Monasterio de la Luz”




Ábside central




Ábside central,



Crucifijo 
En el ábside mayor, realizado en el más puro estilo gótico cisterciense, donde predomina la austeridad y la sencillez, espectaculares ventanales dispuestos en dos pisos y recubiertos de láminas de alabastro tamizan la luz, inundando de una envolvente luz blanca el recinto. Es una joya única este doble piso de ventanales que es lo que da la singularidad y luminosidad a esta Abadía de Cañas. 




Retablo mayor
    












   San Bernardo identificaba la luz blanca con la Gracia de Dios y no cabe duda que este maravilloso ábside sustancia ese espíritu hecho piedra y hecho luz.




Acceso a la Iglesia
   En el extremo opuesto, se encuentra el retablo mayor renacentista del siglo XVI, desalojado del ábside central para dejar al descubierto los bellos ventanales góticos.







A través del claustro se accede a la Sala Capitular, una soberbia puerta de acceso profusamente decorada con motivos vegetales destaca por su belleza.

Sepulcro de la Abadesa Doña Urraca











    
   La Sala Capitular acoge el sepulcro en piedra labrada, de la abadesa doña Urraca, una auténtica joya del siglo XIII.





Nacimiento













  El Museo, en la antigua cilla del convento, alberga los fondos propios que la Abadía ha ido coleccionando a lo largo de los siglos, pequeños retablos, relieves, cuadros y tallas religiosas.




   La Sala de Reliquias, es otro pequeño museo donde se exhibe una muestra heterogénea de reliquias, desde un lignum crucis, (trozo de madera de la cruz de Cristo),  o la herradura del caballo de Santiago, hasta algunos cráneos de las “once mil vírgenes”.












Música: Ave Verum Corpus - Mozart