POMPEYA
Un día como hoy, un 24 de agosto
del año 79 d.C. la ciudad romana de Pompeya sucumbia bajo la
devastadora erupción del Vesubio.
Plinio el Joven, escritor y
político romano, testigo de excepción del catastrófico suceso, refirió lo ocurrido
en una misiva dirigida al historiador Tácito: En su carta relató cómo varios
temblores se sintieron en la ciudad días antes de que el Vesubio despertara
tras varios años aletargado.
Ese día el 24 de agosto, la vida en Pompeya
transcurría con normalidad, pasado el mediodía un violento temblor sacudió la
zona, a la par que el Vesubio expelía una mortífera nube de cenizas, piedras
incandescentes y gases letales, que apresuradamente invadía el terreno aledaño al volcán, oscureciendo la
luz del sol y sepultando bajo gruesas capas de cenizas las ciudades de Pompeya,
Herculano y otros pequeños pueblos situados en su alrededor.
Las excavaciones arqueológicas de Pompeya y Herculano dejan al descubierto un escenario sin igual que nos retrotrae al
siglo I, dos ciudades que han permanecido sin alteración alguna desde el año
79.
Los numerosos edificios públicos, casas, villas, pinturas murales, mosaicos
y calles nos muestran detalladamente cómo era la vida cotidiana en una ciudad
romana del siglo I.
Actualmente la ciudad de Pompeya
forma parte del Parque Nacional del Vesubio declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.