Valencia vive en estos días su fiesta más popular, las
Fallas, declaradas de Interés Turístico Internacional.
Antiguo y tradicional
es este festejo fallero en honor de San José, en Valencia, y como todo
acontecimiento añoso entremezcla en sus orígenes, tradición popular, leyenda y
ritual.
Según la tradición popular, el origen de las Fallas se remonta a la singular manera con la que el gremio de carpinteros festejaba a su patrón. La víspera del día de San José limpiaban su taller, y hacían una hoguera con todo lo inservible, virutas, astillas, trastos viejos, etc.,
Otras versiones apuntan, más bien, a la tradición pagana,
arraigada en multitud de lugares, en los que se celebra la llegada de la primavera
con el fuego purificador, alimentado por todos aquellos artilugios innecesarios o deteriorados.
Sea cual fuere su origen, las primeras informaciones datadas
se remontan al siglo XVIII. En esos primeros informes se apunta a la Fallas
como monumentos satíricos y burlescos en referencia a personas y situaciones de
la época, que se plantaban en la calles y se quemaban como una forma de eliminar simbólicamente todo aquello
considerado pernicioso o inconveniente.
Las fallas a lo largo de su historia ha tenido claroscuros, desde
momentos de auge y apogeo con gran apoyo popular y gubernamental , hasta
momentos de prohibición y oposición oficial.
Hoy día, la fiesta fallera vive un momento de esplendor goza de una gran popularidad, miles de
personas acuden durante los días festivos a Valencia. La ciudad adornada con
sus fallas y ninots invita a pasear por sus calles y admirar auténticas obras
de arte, que es en lo que se han convertido aquellas arcaicas fallas, compuestas
de cachivaches inservibles.
Pero en Valencia no son solo las Fallas, la música, autentico
emblema valenciano alegra sus calles, innumerables bandas de música acompañan
en los pasacalles a las falleras soberbiamente vestidas con el vistoso traje
fallero.
A las dos de la tarde, el ruido y olor a pólvora inunda las
calles de Valencia con la mascletá, espectáculo
pirotécnico cuyo atractivo es vibrar con el ritmo de las explosiones que van de
menos a más acabando con un estruendo espectacular.
Al caer la tarde numerosas calles de Valencia se iluminan
con millones de bombillas de colores ofreciendo un atractivo más para recorrer sus calles y terminar saboreando unos deliciosos buñuelos y churros con
chocolate.