

A medio camino, entre Tel Aviv y Haifa, en la costa de Israel, se encuentra el Parque Nacional de Cesarea.
La historia de la ciudad de Cesarea comienza cuando entre los años 25 y 13 a.C. Herodes el Grande decide construir una gran ciudad sobre un puesto comercial llamado Torre de Straton. Herodes acomete un ambicioso proyecto arquitectónico que incluye un suntuoso palacio, magníficos edificios públicos, teatro, anfiteatro, templos, anchas avenidas, mercados y un profundo puerto, el más grande de la costa oriental del Mediterráneo.




Herodes el Grande denominó a la ciudad Cesarea y al puerto, Portus Augusti, en honor del emperador romano Cesar Augusto, su protector.




En el año 13 a.C. Cesarea se convierte en capital civil y militar de la provincia de Judea, así como residencia oficial de procuradores y gobernadores romanos, y asentamiento de los cuarteles de la legión romana.

Durante los siglos II y III Cesarea fue una de las ciudades más importantes en el área oriental del Imperio Romano, conocida como la metrópolis de la provincia Siria-Palestina.



El año 639 Cesarea es conquistada por los árabes, decayendo su importancia como población.


El ocaso de Cesarea tuvo lugar en 1265 cuando fue sitiada por el sultán mameluco Baibars, tras un breve sitio los cruzados la abandonaron al perder toda esperanza de lograr éxito en su defensa. Cesarea fue entonces arrasada por los mamelucos ante el temor de que los cruzados pretendieran reconquistarla. Cesárea quedó asolada y dejada a merced del mar y el viento, olvidada en el tiempo.

