"Viaja a donde la ilusión te lleve"

TALLIN - Estonia


Tallin desde el mar
  

   Desde el mar, la silueta de Tallin con sus torres góticas y barrocas es de una belleza especial. Situada a orillas del Báltico, Tallin es una ciudad medieval con un casco antiguo perfectamente conservado, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. 




Tallin desde la muralla medieval












   Numerosos edificios, torres, murallas, junto a una intrincada red medieval de callejuelas  componen  un cautivador entorno  donde perdura ese ambiente imaginario de una época lejana.


Callejeando
  







    La estratégica situación de Tallin, situada entre Escandinavia y Rusia, ha condicionado durante siglos la historia de la ciudad, al tornarse en acicate valioso para la potencias circundantes.
Callejeando






















Durante siglos fue dominada e invadida bien por órdenes  religioso-militares germánicas, como las Orden de los Hermanos Livonios de la Espada, o la Orden de los Caballeros Teutones, o bien por países vecinos como Dinamarca, Rusia y Alemania.








   En el siglo XIII Tallin vivió la época de mayor esplendor, la ciudad se convirtió en uno de los puntos comerciales del Báltico más importantes de la Liga Hanseática, la antigua confederación de ciudades comerciales controlada por los germanos, para la seguridad y fomento del comercio.


    En 1991, dos años después de la caída del muro de Berlín, Estonia logró su independencia y Tallin se convirtió en la capital de la recién proclamada República de Estonia.
Palacio de Toompea sede del Parlamento


   El centro histórico de Tallin recopila en piedra su historia, está formado por la ciudad alta, llamada Toompea, una colina con gran valor estratégico y defensivo donde desde el siglo XI los estonios establecieron una fortaleza  que con el paso de los siglos se fue ampliando y reforzando, en ella vivían los nobles y el clero, y la ciudad baja, la antigua ciudad hanseática, formada por los nuevos asentamientos que se extendieron en la ladera de la colina hacia el puerto.
Torre "Germán el Largo"

    

   


   En Toompea, la ciudad alta, se encuentra el Palacio sede del Parlamento de la República, se ubica sobre el primitivo Castillo de Toompea, de la antigua fortaleza se conservan tres torres, la más importante la torre de “Germán el Largo” desde la cual, cada mañana al amanecer, se iza la bandera azul-negro-blanca y se escucha el himno nacional; al atardecer se arría la bandera y entonces se oye la melodía popular “Mi patria es mi amor”.


Residencia de Stenbock sede del Gobierno y calle de la "Pierna Larga"





 La residencia de Stenbock sede del Gobierno y la Cancillería
Catedral Luterana


    
Catedral de Alexander Nevski

   


Ayuntamiento
   Otros edificios importantes en la ciudad alta son la Catedral Luterana que atesora en su interior una valiosa colección de escudos con epitafios y árboles genealógicos en madera policromada; la Catedral Ortodoxa de Alexander Nevski, de estilo bizantino con sus cinco cúpulas de cebolla.









El "Viejo Tomás"



















Plaza del Ayuntamiento


   




   En la ciudad baja encontramos el Ayuntamiento, el único de estilo medieval que se conserva en el Báltico y en el norte de Europa, tiene una esbelta torre rematada por una veleta que lleva el nombre del Viejo Tomás, guardián y símbolo de Tallin. 



Farmacia Municipal
Cerca del Ayuntamiento está la Farmacia Municipal  de Tallin, es una de las farmacias de toda Europa que por más tiempo ha funcionado en el local original.

Iglesia del Espíritu Santo
    La Iglesia de San Olaf cuya torre tuvo a gala ser la torre más alta del mundo 159 m. La Iglesia del Espíritu Santo el edificio sacro más antiguo de Tallin que ha mantenido su forma gótica original.

   


Muralla medieval
Muralla medieval

    Otro de los principales atractivos de la ciudad de Tallin es la muralla medieval, de la que actualmente  se conserva casi 2 km del perímetro original del muro, junto con 27 torres.







Muralla medieval











Puerta de acceso
   El nombre de dos calles “Pierna Corta” y “Pierna Larga” no cabe duda que llama la atención, la explicación es sencilla: Toompea, la ciudad Alta está unida a la Ciudad Baja por dos calles, que al mirarlas en el plano recuerdan dos piernas humanas y por esa razón recibieron el nombre de la Pierna Corta y la Pierna Larga. Este hecho hace que en son de broma Tallin sea conocida también como la “ciudad coja”.









   Fuera del centro histórico, a orillas del mar se encuentra el Palacio de Kadriorg, mandado construir por el zar Pedro I.



Anfiteatro Coral






   Situado al pie de una colina con una hermosa vista del mar se halla el anfiteatro coral, un lugar muy especial y emotivo para los estonios,  en este lugar, en los años 80, se gestó lo que se conoce como la “Revolución cantada”.

   
Imagen histórica
   


    El festival de la canción, evento que se celebra en el país como símbolo de la identidad nacional, fue el catalizador del independentismo al lograr reunir casi un tercio de la población del país para aunar fuerzas cantando, y alimentar la esperanza de la tan soñada independencia, lograda por fin en 1991.







PARQUE NATURAL DE LA ALBUFERA - Valencia




 

 El Parque Natural de la Albufera se encuentra a unos 10 km al sur de la ciudad de Valencia, su nombre deriva de la denominación árabe ak-Bu haira.













  Se trata de un ecosistema único de gran riqueza ecológica, constituyendo una de las zonas húmedas más importantes de España.









  La formación de la Albufera se produjo por el hundimiento de una gran extensión de tierra que fue cubierta por el mar, formando una gran bahía. 




  




  Poco a poco los sedimentos aportados por los ríos Júcar y Turia, junto a las corrientes marinas, fueron formando un cordón litoral que terminaron cerrando la bahía, separándola del mar.








Hoy día, la restringa o barrera del Saler se interpone entre el lago de la Albufera y el mar, aunque se mantiene comunicada con éste a través de canales y exclusas que regulan el nivel de sus aguas.








El lago de la Albufera tiene una extensión aproximada de 3.000 hectáreas, lo que supone una décima parte de la extensión documentada en época romana, unas 30.000 hectáreas, según la descripción realizada por el geógrafo e historiador  griego Estrabón, y el poeta Avieno.






Tan drástica reducción obedece, en parte, a causas geográficas naturales, pero en grado mayor al afán de los labradores, de los poblados limítrofes de la Albufera, de terraplenar las orillas para convertirlas en fértiles arrozales.




















   A lo largo de los siglos la riqueza del ecosistema de la Albufera ha proporcionado el sustento básico a sus pobladores. 













La abundancia de pesca y caza menor constituían su mayor fuente de ingresos, a los que posteriormente se unió el cultivo extensivo del arroz.




























   En la actualidad es posible disfrutar de éste magnífico y bucólico paraje de la Albufera, adentrarse un poco en cómo era la vida cotidiana de sus pobladores hace unos años, visitar una barraca, y hacer una travesía en la típica barca de fondo plano y vela latina impulsada por la “percha” – hoy día a motor – a través de sus canales de orillas verdes y aguas lisas, entre juncos y cañaverales, divisando una gran variedad de aves acuáticas, hasta llegar al gran lago central, evocando el escenario magistralmente  descrito por el escritor Vicente Blasco Ibañez en su conocida novela “Cañas y Barro”.






























“deslizábase la barca por canales tranquilos, de agua amarillenta, con los dorados reflejos del té. En el fondo, las hierbas acuáticas  inclinaban sus cabelleras con el roce de la quilla.” de "Cañas y Barro"


“la barca penetraba en el lago. Por entre dos masas de carrizales, semejantes a las escolleras de un puerto, se veía una gran extensión de agua tersa, reluciente de un azul blanquecino, era el lluent, la verdadera Albufera, el lago libre, con sus bosquecillos de cañas esparcidos a grandes distancias, donde se refugiaban las aves del lago, tan perseguidas por los cazadores de la ciudad…” de "Cañas y Barro"